Los Vaporosos

-¿Qué piensas hacer?
-Aún no lo sé, necesito más tiempo...
-Nero, esto ya lo hablamos. ¿Cuánto más tiempo quieres? Ahora no...
-Perdona, perdona, pero creo que siempre he sido rápido en las decisiones importantes. Sólo necesito un poco más de tiempo.
Aura lo miró de forma inquietante. Parecía no comprender las dudas de Morrow acerca del gran anuncio que iban a hacer al día siguiente. Morrow seguía pensativo.
-¿Tú crees que la gente lo comprenderá?-preguntó un Morrow anodado.
-Mira, hay algo que te dije que no debías olvidar nunca: la gente intentará comprender si se lo dices de buenas maneras. Hasta ahora te ha funcionado.
-Sí, sí, pero esto es más complejo y afecta a algo más profundo. ¡Queremos romper muchos esquemas!...-Morrow quedó un momento en silencio, pero enseguida prosiguió-. ¡Qué fácil parecía antes!
-Ahora es igual que antes, sólo que cuando gobiernas todos te lo quieren hacer más difícil. A veces tienes que aislarte del resto del mundo y ser más inocente...¡La política de la inocencia es obra tuya! ¡Yo forma parte de esa inocencia! ¿O es que ya no te acuerdas? Venga, que mañana tenemos que poner muchas cosas en su sitio.
Nero no se atrevió a decir nada más. Quedó pensando. Todo se decidiría al día siguiente. Mientras tanto, Aura había amarrado los aspectos más importantes de la rueda de prensa conjunta que ella y Nero, su novio en el anonimato, tenían previsto ofrecer a las doce del mediodía del día siguiente. Lo que ambos no intuían entonces era que a partir de esa ahora su vida cambiaría repentinamente. De hecho, fue a partir de entonces que la opinión pública conocería a Morrow, el delegado universal de la Escofdote, como el "rolling thunder", por su capacidad de penetrar en las sensibilidades de la gente con propuestas a priori poco gratificantes.